No comencemos hablando de cómo murió, cuando murió, ni como era su imagen en estos últimos tiempos. Solo recordémoslo por lo que fue, mantengamos en nuestras mente esa eterna sonrisa y ese inmenso amor por sus obras que tanto lo caracterizaba, que lo reflejaba con cada viñeta.
La noticia me calo hasta los huesos, me paralizo mi universo, hasta se me pianto un lagrimón y pensaran, todo aquello por alguien que no conozco, pero su obra, su humor es algo que llego mas halla de cualquier frontera.
“Padre” de clemente, de el hincha de Camerún, de el Clementosaurio, de tantas obras inmemorables, que quedaran en el alma de todo aquel que alguna ves vio de pasada una sola historieta suya.
Con maestros como el es donde, uno siente que la Argentina tiene un enorme corazón hecho de tinta y papel, siempre serán las manos de estos genios historietistas de alma, nuestros mayores tesoros nacionales..
Gracias Maestro Caloi por darme un vinculo único con mi viejo, en donde nos sentábamos juntos a leer cada dia en la mañana aquella viñeta nueva de Clemente, un momento en donde una hija y un padre ríen al unisonó con cada chiste de una obra, que sobrepaso el tiempo y las generaciones…
Con el corazón entre las manos, le dedico un gran ADIOS!! A hora si Maestro se puede tomar su merecido descanso, y dejarnos el trabajo duro a nosotros ,los mortales, de llevar sus obras a la eternidad…
Por que se nos van los GRANDES?!! QUÉ LO PARIÓ!!
(Ceiphied)
Dibujo por parte de Chelo Candia.
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